Modifica tus genes para envejecer mejor

Epigenoma y ADN

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Epigenoma y ADN
Epigenoma y ADN

La Epigenética y el estudio del epigenoma:

Todas las células de nuestro cuerpo contienen de forma idéntica, toda nuestra información genética, heredada de nuestros padres en partes iguales: nuestro genoma o genotipo.

Y aunque durante muchos años se ha creído que nuestra suerte estaba echada en el momento de nuestro nacimiento .. Se ha descubierto que ese determinismo genético no era cierto y que nuestro destino no sólo podía alterarse, sino que en realidad, está en continuo cambio a través de nuestro epigenoma, y la epigenética es la ciencia que se encarga de su estudio.

¿Qué es el epigenoma?

El epigenoma son compuestos químicos que asignan, marcan o cambian nuestro genoma, definiendo de esta forma cómo se expresan nuestros genes.

Para explicarlo de una forma sencilla, podemos decir que nuestra información genética (el ADN del núcleo de nuestras células) vive envuelto en unas proteínas llamadas histones que a su vez, están recubiertas por unos químicos llamados marcadores. Estos marcadores "aprietan" genes haciéndolos ilegibles (inactivos) y "relajan" otros haciéndolos más accesibles (activos). De este modo, aunque la información genética básica contenga una información concreta, su expresión final dependerá de esta combinación de genes activos o inactivos creada por los marcadores, es decir: aunque nuestro genotipo contiene toda la información, será el epigenoma quien dictamine qué genes acaben expresándose: nuestro fenotipo.

En conclusión, aunque el código de nuestro ADN es fijo, el epigenoma es flexible y variable, por lo que podrá cambiar nuestra actividad genética muchas veces a lo largo de nuestra vida. 

¿Cómo podemos influir en el Epigenoma? 

La epigenética ha descubierto, en su estudio del epigenoma y el comportamiento de los marcadores sobre nuestro ADN, que su actividad viene determinada por factores como nuestras decisiones alimentarias o otros que denominaron "ambientales, que nos rodean

  • Lo que comemos, bebemos, respiramos y tocamos.

  • Cómo nos sentimos

  • Lo que hacemos

  • Nuestros pensamientos y nuestro sistema de creencias

  • Nuestro estilo de vida

  • Cómo percibimos y sentimos

Es decir, si queremos que nuestro fenotipo exprese los genes "buenos", debemos ser consecuentes con nuestro estilo de vida: alimentación saludable, evitar el estrés y mantener un equilibrio positivo cuerpo-mente, para que el epigenoma active los genes beneficiosos y mantenga apagados los que nos hagan propensos a sufrir enfermedades, aceleren nuestro envejecimiento, etc.