Fuentes y propiedades del yodo
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El yodo es un micronutriente esencial para la salud humana, ya que desempeña un papel fundamental en el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. Esta glándula, ubicada en el cuello, es responsable de producir hormonas tiroideas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Para cumplir con esta función vital, la tiroides necesita una cantidad adecuada de yodo. Sin suficiente yodo en la dieta, la tiroides no puede producir suficientes hormonas tiroideas, lo que puede provocar trastornos importantes.
La relación entre el yodo y la función tiroidea
El yodo es un componente esencial de las hormonas tiroideas, conocidas como tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Estas hormonas son responsables de regular el metabolismo basal, es decir, la tasa a la que el cuerpo utiliza la energía en reposo. También influyen en la función cardíaca, el crecimiento óseo, el desarrollo cerebral y el mantenimiento de la piel y los tejidos.
Cuando el cuerpo no recibe suficiente yodo, la tiroides no puede producir T3 y T4 en las cantidades adecuadas, lo que lleva al desarrollo de hipotiroidismo. El hipotiroidismo se manifiesta con síntomas como fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío, depresión y problemas de memoria. Además, la falta de yodo puede provocar el agrandamiento de la tiroides, una afección conocida como bocio, que es un síntoma visible de la deficiencia de este mineral.
La importancia del yodo es aún más crítica durante el embarazo y la lactancia. La deficiencia de yodo en las mujeres embarazadas puede afectar el desarrollo neurológico del feto, lo que puede resultar en problemas cognitivos o retraso mental en el bebé. Por esta razón, es vital que las mujeres en estas etapas consuman una cantidad adecuada de yodo para asegurar el bienestar tanto de ellas como del niño.
Alimentos ricos en yodo
Dado que el cuerpo no produce yodo de forma natural, es fundamental obtenerlo a través de la dieta. Afortunadamente, muchos alimentos contienen yodo de forma natural, lo que facilita cumplir con los requerimientos diarios recomendados, que suelen estar entre 150 y 200 microgramos para los adultos.
A continuación, algunos de los alimentos más ricos en yodo:
Sal yodada: La adición de yodo a la sal de mesa ha sido una estrategia exitosa para prevenir la deficiencia de yodo en muchas partes del mundo. El consumo moderado de sal yodada es una forma efectiva de asegurar un aporte adecuado de yodo.
Algas marinas: Son una de las fuentes naturales más ricas en yodo. Tipos de algas como el kelp, el nori y el wakame son altamente recomendadas para personas que necesitan aumentar su ingesta de yodo.
Pescados y mariscos: Los mariscos, como los camarones y las ostras, así como pescados de agua salada como el bacalao, el atún y el salmón, son excelentes fuentes de yodo. Estos alimentos provienen de ambientes marinos ricos en yodo y lo absorben en su tejido.
Productos lácteos: Leche, queso y yogur contienen yodo de manera natural. El ganado también obtiene yodo a través de su alimentación, y como resultado, los productos lácteos son una fuente importante de este mineral.
Huevos: La yema del huevo es una fuente confiable de yodo, lo que hace que los huevos sean un alimento útil en la dieta para mantener niveles adecuados de yodo.
Vegetales cultivados en suelos ricos en yodo: Aunque los vegetales no suelen ser tan ricos en yodo como los alimentos de origen marino, aquellos cultivados en suelos con suficiente yodo, como las papas y los frijoles, pueden ser una fuente adicional.
Riesgos por deficiencia
Aunque la deficiencia de yodo es menos común en muchos países gracias a la yodación de la sal, sigue siendo un problema en algunas regiones del mundo, especialmente en áreas montañosas o en regiones alejadas del mar, donde los suelos son pobres en yodo. Las personas con dietas restringidas, como los veganos que no consumen productos de origen animal o quienes eliminan la sal de su dieta, pueden estar en mayor riesgo de sufrir una deficiencia de yodo.
Conclusión
El yodo es un mineral clave para la salud de la tiroides y el funcionamiento adecuado del metabolismo. Una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en yodo, como pescados, mariscos, lácteos y sal yodada, es crucial para prevenir trastornos tiroideos. Mantener un adecuado nivel de yodo es fundamental para el bienestar general, especialmente en etapas cruciales como el embarazo y la lactancia.