Propiedades y usos de la equinácea


Propiedades de la equinácea
La equinácea, también conocida como coneflower, es una planta medicinal muy valorada por sus grandes beneficios para la salud. Es originaria de Norteamérica y pertenece a la familia de las margaritas.
Algunas de las propiedades que se le atribuyen son:
Refuerza el sistema inmunológico y ayuda a prevenir resfriados y otras infecciones virales. La equinácea estimula la producción de glóbulos blancos y además se cree que tiene propiedades inmunoreguladoras, es decir, que regula la respuesta de nuestro sistema inmunológico.
Es antiinflamatoria: lo que la hace muy interesante para tratar afecciones como la artritis y otras enfermedades inflamatorias.
Favorece la cicatrización de heridas: siendo eficaz en el tratamiento tópico de quemaduras, cortes y abrasiones.
Reduce de la duración y gravedad de los resfriados: Algunas investigaciones sugieren que la equinácea puede ayudar a reducir la duración y la gravedad de los síntomas del resfriado y de la gripe. Reduce la duración del cuadro y además, disminuye a la mitad las posibilidades de contagio.
Usos y aplicaciones
La equinácea se utiliza principalmente para fortalecer el sistema inmunitario a modo de prevención, sin embargo, como veíamos en el listado de propiedades que se le atribuyen, resulta beneficiosa y es una habitual en los tratamientos:
Tratamiento de infecciones respiratorias: como apoyo en la prevención y alivio de los síntomas de gripes, resfriados y otras infecciones respiratorias, como la bronquitis.
Prevención de infecciones urinarias gracias a sus propiedades antibacterianas.
Cicatrización de heridas: se utiliza para acelerar la cicatrización de heridas y quemaduras leves, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
Contraindicaciones de la equinácea
Aunque la equinácea es generalmente segura para la mayoría de las personas, existen algunas contraindicaciones a tener en cuenta:
Alergias: Si eres alérgico a las plantas de la familia de las margaritas, como la ambrosía o la caléndula, es posible que también seas alérgico a la equinácea. En este caso, es mejor evitar su consumo.
Enfermedades autoinmunes: Si padeces una enfermedad autoinmune, como lupus o artritis reumatoide, es recomendable consultar con un médico antes de tomar equinácea, ya que puede interactuar con ciertos medicamentos y empeorar los síntomas.
Embarazo y lactancia: No se recomienda el consumo de equinácea durante el embarazo y la lactancia, ya que no se ha establecido su seguridad en estas etapas.
La equinácea está disponible en varias formas: tinturas, cápsulas, tabletas, extractos líquidos y tés. Es importante tener en cuenta que si bien la equinácea se considera generalmente segura para la mayoría de las personas puede causar reacciones alérgicas y además, su uso a largo plazo puede afectar la eficacia del sistema inmunológico, por lo que es recomendable utilizarla solo durante cortos periodos de tiempo.
Como sucede con cualquier suplemento, aunque sea de origen natural, es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.
En conclusión, aunque la equinácea es una planta con muchas propiedades beneficiosas, al final es un complemento más que podemos añadir a nuestro conjunto de hábitos, alimentación y estilo de vida saludables que serán los que, mantenidos en el tiempo, nos permitan disfrutar de una longevidad activa y saludable...