Neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida.

2 min read

Neuroplasticidad
Neuroplasticidad

¿Qué es la neuroplasticidad?

La neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de nuestra vida. Es decir, la capacidad que tiene el cerebro de reorganizarse en su estructura o funcionamiento para adaptarse a nuevas situaciones, aprender nuevas habilidades o incluso, recuperarse de lesiones.

Y dependiendo del nivel en donde se produzcan los cambios, diferenciamos: 

Tipos de neuroplasticidad: 

  • A nivel celular, tiene lugar la neuroplasticidad sináptica: cambios en las conexiones entre neuronas (sinapsis). Se fortalecen o se eliminan. 

  • A nivel de circuitos neuronales, la neuroplasticidad a largo plazo (NPLT): es esencial para el aprendizaje y la memoria. Son los cambios en la eficacia de la comunicación entre neuronas, que pueden durar horas o toda la vida.  Estos circuitos también pueden fortalecerse o debilitarse...

  • Y a nivel de sistemas, la neuroplasticidad estructural: que implica cambios en la estructura física del cerebro, como el crecimiento de nuevas neuronas (neurogénesis), la formación de nuevas conexiones (dendritogénesis) o la eliminación de conexiones no utilizadas (poda sináptica).

Aplicaciones clínicas y terapéuticas

La neuroplasticidad nos ofrece muchísimas posibilidades tanto destinadas a potenciar la capacidad de recuperación del cerebro después de lesiones, como a mejorar el rendimiento cognitivo en condiciones normales y patológicas. (Rehabilitación tras un accidente cardiovascular, terapia para el autismo o como método para mejorar el rendimiento cognitivo en general...) Incluso pudiendo influir en nuestra percepción y experiencia de la realidad. 

¿Cómo podemos favorecer la neuroplasticidad?

Los cambios adaptativos en nuestro cerebro pueden ser positivos (crear nuevas conexiones) o negativos, por ejemplo, cuando se eliminan por falta de uso.. Por ello, mantener ciertos hábitos a lo largo de nuestra vida puede ser muy positivo:  

  1. Aprendizaje continuo: mantenernos mentalmente activos, adquirir nuevas habilidades, la lectura regular y el desafío intelectual son ideales. 

  2. Ejercicio físico regular: El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, estimula la liberación de neurotransmisores y promueve el crecimiento de nuevas neuronas.

  3. Mantener una dieta saludable: una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3.. mantiene el cerebro sano y lo protege del daño oxidativo.

  4. Descanso y sueño adecuados: el sueño es indispensable para la consolidación de la memoria y la plasticidad cerebral.

  5. Desafíos mentales: exponernos a desafíos mentales regulares, como crucigramas, rompecabezas, juegos de memoria o actividades que requieran concentración y resolución de problemas, estimula la plasticidad cerebral y mejora nuestras funciones cognitivas.

  6. Socialización: las interacciones sociales y actividades estimulantes nos ayudan a mantener el cerebro activo y comprometido.

  7. Practicar la meditación y el pensamiento positivo: está comprobado que producen cambios positivos en la estructura y la función cerebral. Además, reducen nuestros niveles de estrés. 

Beneficios de la neuroplasticidad en el cerebro en la vejez

La neuroplasticidad es especialmente importante para el buen mantenimiento del cerebro en la vejez. La capacidad de adaptación del cerebro puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson si mantenemos el cerebro activo y desafiado, promoviendo la formación de nuevas conexiones y fortaleciendo las existentes. 

En resumen, gracias a su capacidad adaptativa, la neuroplasticidad, nuestro cerebro está en constante evolución y cambio a lo largo de nuestra vida. Está en nuestras manos evitar su deterioro manteniéndolo activo y estimulado y ¡feliz, con la práctica del pensamiento positivo!