Mejora tu estado de ánimo

La verdadera función de la serotonina

En el mundo actual, donde el ajetreo del día a día nos mantiene siempre con el sistema nervioso simpático activado, manteniéndonos en un estado de vigilia y alerta, en definitiva... estresados, la serotonina tiene un papel vital pues, aunque tiene la fama de ser la hormona de la felicidad, en realidad es la responsable de relajarnos y de reducir esa aceleración de nuestro cuerpo. Es algo así como la antítesis del cortisol. 

Y ocurre que, cuando tenemos niveles bajos de serotonina, nos sentimos mal emocionalmente y, o nos convertimos en pequeñas bombas de relojería que acaban explotando en cualquier momento y con la primera  persona que nos haga perder la paciencia, o bien, acabamos enfermando al verse mermado nuestro sistema inmunitario. En conclusión, la serotonina no solo nos hace sentir bien, también nos hace estar bien. 

La serotonina se fabrica en nuestro sistema digestivo, siempre y cuando la flora intestinal esté equilibrada y tenga suficiente triptófano, el aminoácido básico para su producción. Paradójicamente, un disbalance en nuestra microbiota afecta la producción de serotonina y por otro lado, altos niveles de estrés, que reducen nuestros niveles de serotonina, precisamente son los principales responsables del mencionado desequilibrio de la microbiota, por lo que no solo reducen nuestros niveles de la hormona, también provocan una disminución de su producción. Un pez que se muerde la cola. 

Nuestros niveles bajos de serotonina se deben mayoritariamente a: 

• Altos niveles de estrés y ansiedad

• Dietas bajas en proteínas o insuficientes en triptófano (aminoácido básico para la producción de serotonina)

• Dietas altas en carbohidratos simples. Alimentación procesada y poco equilibrada que también afecta la absorción de los aminoácidos y eleva nuestra resistencia a la insulina. 

• y en general, cualquier desequilibrio en nuestra flora intestinal

¿Cómo podemos mejorar nuestro estado de ánimo? 

Es importante destacar la relación directa que existe entre nuestro estado de ánimo y la salud de nuestra flora intestinal. Al fin y al cabo, nuestro cerebro y nuestro sistema digestivo están conectados por el nervio vago y la serotonina es además uno de sus neurotransmisores. Está comprobado que nuestra microbiota influye en nuestro cerebro y en nuestra percepción de la realidad. 

Por suerte, podemos favorecer ambos, de forma natural, al sonreír, tomar el sol moderadamente, al practicar meditación o mindfulness o simplemente estando en contacto con la naturaleza. También al mejorar nuestra flora intestinal tomando probióticos que contengan las bacterias beneficiosas: lactobacillus, bifidobacterium y faecalibacterium o incluso, podemos tomar directamente suplementos de triptófano.

También se relacionan directamente desequilibrios emocionales, depresión o ansiedad con déficits en vitaminas del grupo B. Principalmente las B1 y B3. 

Finalmente, mencionar que para gozar de un estado de ánimo saludable, que nos permita hacer frente al día a día con ilusión y entereza, a parte de la imprescindible serotonina, el combo imbatible también está formado por la oxitocina y la dopamina. El primero lo obtenemos al socializar, al acariciar nuestras mascotas, al abrazar.. y la dopamina, es la conocida droga tan adictiva que sentimos con la práctica de ejercicio, el placer de una buena comida o cuando alcanzamos una meta.. 

Por lo que, cuidar los niveles de estos 3 debería asegurarnos una vida feliz y en consecuencia, larga...